Durante años la publicidad ha retratado a diferentes grupos de personas encasillándolas en clichés que poco representan a la sociedad actual.
Al hacer publicidad, una de nuestras principales motivaciones es conectar con ese público al que le hablamos, pero ¿qué pasa si lo estamos haciendo de la forma equivocada?
Aquí te contaremos algunos de los estereotipos publicitarios más comunes en los que muchas marcas siguen cayendo y cómo hacer un cambio radical en la forma en que nos comunicamos.
Los estereotipos publicitarios tratan de hacer representaciones simples y generalizadas de ciertos grupos de personas, para poder transmitir un mensaje rápido y fácilmente reconocible.
Pero reducir la diversidad humana a un molde preestablecido, lo único que hace es llevarnos a crear mensajes cargados de prejuicios y que alejan a quienes no encajan en ese molde.
Así se ve la publicidad con estereotipos:
Rasgo |
Ejemplo típico |
Lo que implica |
Roles sociales |
“Mamá = cuidadora, papá = proveedor”. |
Ayudan a segmentar audiencias con poco esfuerzo creativo o de investigación profunda. |
Generalización |
“Boomers no entienden la tecnología”. |
Se asume que todos los miembros del grupo comparten el mismo comportamiento o deseo. |
Visibilidad selectiva |
Personas mayores o con discapacidad casi invisibles en anuncios |
Algunos grupos quedan infrarrepresentados o aparecen solo en roles secundarios. |
Carga emotiva |
Autos de lujo asociados a poder masculino. |
Apelan a emociones o aspiraciones básicas (seguridad, pertenencia, status) para acelerar la conexión con la audiencia. |
Simplificación |
Publicidad “rosa” para mujeres, “azul” para hombres |
Destacan uno o dos atributos para “agrupar” a un colectivo, ignorando su diversidad interna. |
Anuncios de detergentes, limpiadores o productos para la cocina usando a las mujeres como protagonistas, reforzando la vieja idea de que son ellas quienes se encargan de las labores del hogar.
En 2024, 71% de las mujeres que aparecieron en anuncios fueron ligadas a roles familiares y de cuidados, mientras solo 20% se muestra en posiciones de liderazgo o trabajo profesional.
Te podría interesar: Campañas de publicidad inclusiva en la igualdad de género
Muchas veces los adultos mayores son ignorados a la hora de hacer publicidad, menos del 1.4% de los personajes publicitarios globales supera esa edad y cuando aparecen, el 95% de las mujeres mayores se limita a la esfera doméstica.
El 83% de la inversión en publicidad sigue apostando por mujeres de piel clara.
Las de tonos más oscuros no solo reciben 4.6% menos presupuesto, sino que además no aparecen en roles de liderazgo. Y el dato es aún más alarmante: solo el 4.3% de las mujeres representadas en entornos profesionales tienen piel más oscura.
¿Diversidad? Solo en el discurso.
Es momento de dejar de aplaudir la inclusión simbólica y empezar a exigir representación real.
Hablar de publicidad en México es asomarse a un escaparate donde los viejos clichés siguen muy vivos. Y cuando ponemos atención esto es lo que vemos:
Cada vez que comunicamos un producto, servicio o idea, hablamos con personas que tienen metas, sueños y realidades distintas y los estereotipos publicitarios nos alejan de la verdad. Las marcas que son percibidas como inclusivas elevan hasta 20% la probabilidad de elección de compra.
Uno de los mejores tips para hacer publicidad sin clichés, es conocer de verdad al público. Y nosotros somos la agencia que mejor conoce a los mexas, contáctanos y comencemos a cambiar la publicidad en México, donde la diversidad cultural es el superpoder que todavía muchos anuncios ignoran.